Un hombre estaba desayunando a las 8 de la mañana, un sandwich y un café, cuando vio que pasaba por la carretera un funeral muy inusual que se dirigía al cementerio cercano.
Un ataúd negro era seguido por un segundo ataúd negro como a 50 pasos detrás del primero.
Detrás del segundo ataúd caminaba un hombre solitario con un enorme perro pitbull al que sostenía de la correa.
Detrás de él caminaban más de cien hombres en una sola fila.
El hombre no pudo aguantar la curiosidad. Con mucho respeto se aproximó al hombre que llevaba al perro y le dijo:
- Señor, sé que este es un muy mal momento para molestarle, pero nunca he visto un funeral como este. ¿De quien es este funeral?
El hombre respondió:
- Bueno, en el primer ataúd está mi esposa.
-Qué le pasó a ella? replicó el primero, y el hombre respondió:
- "Mi perro la atacó y la mató."
- ¿Y quién está en el segundo ataúd?"
Y el hombre respondió:
-Mi suegra. Ella estaba tratando de ayudar a mi esposa y el perro se volvió hacia ella.
Un momento solemne de silencio transcurrió entre los dos hombres.
-...¿Podría pedirle un favor?... ¿Me podría pestar el perro?
-Póngase en la fila.
2 comentarios:
este tipo de chistes no me parece nada gracioso. Lo siento.
Me alegra tu comentario, Chon.
Tienes razón, no es un buen chiste.
Y además seguro que tienes una suegra genial.
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