martes, 16 de octubre de 2012

Los tradicionales chistes de Lepe

     Agenda de teléfono
¿Por qué los LEPEROS usan solamente la letra 'T' en sus agendas de teléfono?
Teléfono de Antonio, teléfono de Joaquín, teléfono de Manuel, etc.

Zapatos nuevos
Pepe el lepero fue el martes a la zapatería. Después de probarse unos cuantos pares, eligió unos italianos, muy elegantes.
Al entregárselos, el empleado le advirtió: - Señor, este tipo de zapato suele apretar bastante en los primeros cinco días.
- No hay problema -respondió Pepe- no los voy a usar hasta el domingo...
 
La fuga
50 leperos presos en un barco-prisión se ahogaron. Habían perforado un túnel para fugarse.
 
La viuda lepera
Se muere el marido de una lepera y se acerca un amigo a la viuda:
- Lo siento.
- No, mejor déjalo acostado...
 
Los pollos del lepero
Dos leperos se encuentran en un camino. Uno de ellos llevaba una bolsa al hombro.
- ¿Qué tienes en la bolsa? - dice uno.
- Pollos - responde el otro.
- Si acierto cuántos llevas, ¿puedo quedarme con uno?
- Si aciertas, puedes quedarte con los dos.
- Bueno, pues... ¡cinco!
 
Un hijo lepero
Un matrimonio de Lepe están discutiendo sobre a quien se parece m ás el hijo pequeño:
- 'Está claro que se parece más a mi, Manolo...'
- ¿Y eso por qué?'-.
- 'Pues porque es mío, no tuyo...'- dice ella.
- '¡Pero si tampoco es tuyo!'- contesta el lepero.
- '¡Cómo que no!? ¿Y quién lo parió?'- pregunta ella.
- 'No sé... ¿Tú te acuerdas el día que nació, estando en la maternidad, que se cagó y me dijiste que lo cambiara?'.
- 'Sí....'.
- 'Pues.... ¡Lo cambié!'
 
Lepero atropellado
A un lepero lo atropella un autobús, y toda la gente se aglomera alrededor de él.. El lepero, delirando, dice:
- '¡Inclínenme, inclínenme!'
Y la gente lo inclinaba, pero el lepero seguía gritando:
- '¡Inclínenme, inclínenme!'
La gente ya no sabía cómo ponerlo, y el lepero dice:
- 'Si no hay una clínica, hospitalícenme'.
 
El pingüino del lepero
Se encuentran Venancio y Manolo, pero éste último llevaba un pingüino de la mano, y Venancio le pregunta:
- 'Oye, Manolo, ¿pero qué haces con ese pingüino?'
- 'Pues na, que me lo he encontrao, y no sé qué hacer con él'.
- 'Si serás bruto, Manolo, ¿por qué no lo has llevao al zoológico?'.
- 'Hombre, pues qué buena idea. Hoy mismo lo llevo al zoológico...'
Al día siguiente se vuelven a encontrar, pero Manolo sigue con el pingüino, por lo que Venancio, extrañado, le pregunta:
- '¿Qué ha pasado contigo, Manolo, no habías dicho que llevarías al pingüino al zoológico?'.
- 'Hombre, pues lo he llevao, y nos hemos divertido un montón, así que hoy nos vamos al circo...'.

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