lunes, 6 de octubre de 2008

El poema de la ESO

Dicen que va en retroceso

la enseñanza de la E.S.O.

Comprobarlo un padre quiso

y asaltó, sin previo aviso,

a su hija de quince años,

que, con modales huraños,

con evidente impaciencia,

con tono de displicencia

y prostibulario atuendo,

así le fue respondiendo:

-¿Cuándo vivió Alfonso Sexto?

*No está en mi libro de texto.

-¿Y está Felipe Segundo?

*A ese siempre lo confundo.

-¿Y doña Juana la Loca?

*En este curso no toca.

-Di algún monarca absoluto.

*No se da eso en mi Instituto.

-¿Y cuando se perdió Cuba?

*Esta... ¡tiene mala uva!

-Pues di un pintor español.

*Eso no entra en el control.

-¿No sabes quién fue Picasso?

*No. De esas cosas yo paso.

-¿Cuando acabó la Edad Media?

*Pues vendrá en la Enciclopedia.

-¿Y las Navas de Tolosa?

*¡Me preguntas cada cosa...!

-¿Y qué fue la Reconquista?

*Si me dieras una pista...

-¿A qué equivalen mil gramos?

*¡Pero si eso no lo damos!

-¿Qué son los números primos?

*Eso tampoco lo dimos.

-¿La ecuación de primer grado?

*Pues tampoco la hemos dado.

-¿Y sabes mucho latín?

*¡Lo dices con retintín...!

-Y tampoco darás griego

*Se escribe raro, me niego.

-¿Quién fue Ortega y Gasset?

*Lo miraré en internet.

-¿No estudias filosofía?

*¿Para qué me serviría?

-¿Y has dado Literatura?

*No lo sé... no estoy segura.

-¿Quien compuso la Odisea?

*No tengo ni zorra idea.

-¿En que obra sale Calixto?

*No papá, eso no lo he visto.

-¿Y Gonzalo de Berceo?

*No viene en el libro... creo.

-¿Y Calderón de la Barca?

*¡Uy papi, no me seas carca!

-¿Clarín, Baroja, Unamuno?

*Pues no me suena ninguno.

-¿Algún autor del Barroco?

*De eso sé bastante poco.

¿Quién fue el Manco de Lepanto?

*Papá, ¡No preguntes tanto!

-Pero, ¿No leéis a Cervantes?

*¡A ese lo leeríais antes...!

-Lo tuyo, hija, es deplorable.

*Pues he sacado notable.

-¿Y de ciencias, sabes algo?

*Me voy, que esta noche salgo.

-Pero, entonces, tú ¿que sabes?

*¡No me esperéis, tengo llaves!

Y el padre quedó perplejo:

al mirarse en el espejo

se notó cara de idiota.

Musitó una palabrota

y fue a meterse en la cama.

Así acaba este epigrama.