-Ayer, al salir del trabajo, atropellé a un unicornio.
-No me lo creo, ¿En serio que tienes trabajo?
-¿Este vestido me hace gorda?
- No guapa, es la comida lo que te hace gorda.
-¿Tiene tarjetas de San Valentín que digan: para mi único y verdadero amor?
-Sí, claro.
-Vale, pues deme diez por favor.
Mirar si está mal el tema que tengo un niño apadrinado y me envía dinero todos los meses.
-Oye hijo, ¿cómo te han ido los exámenes?
-Mira, mamá, lo importante, es que tenemos salud.
-Papá, papá, eso son rosas?
-No hijo, son moras.
-Y por qué son rojas?
-Porque aún están verdes.
-Qué asco da Luis, ya ni sale, ni llama, ni nada.
–Pero si murió en diciembre...
–Eso, ¡tú encima defiéndelo!
Gracias por los chistes el que más gracia me causó fue el del unicornio, creo que se lo contaré a mi hijo esta noche .
ResponderEliminar